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CAUSAS DE INCENDIOS FORESTALES EN ESPAÑA

Incendios Forestales en España

A lo largo de este verano hemos sido testigos de numerosos incendios forestales en todo el
país.
Si miramos más allá, no sólo nos encontramos con este tipo de incendios en España, también
se han dado en el resto de Europa alcanzando un récord histórico de superficies quemadas
con España encabezando la lista, y a lo largo y ancho de todo el planeta superando este año
2022 la superficie quemada en los cuatro años anteriores juntos.
Este tipo de incendios suelen coincidir siempre en época estival, si bien lamentablemente no
es ninguna novedad el hecho de que ocurran este tipo de incendios en esta estación del año
dado que tristemente siempre han existido, llama especialmente la atención el gran aumento
de estos en los últimos años, especialmente en este 2022 en el que ha habido un aumento
exponencial.
Llegados a este punto, cabe preguntarse ¿cuáles son las causas de estos incendios? y más aún
¿a qué se debe éste aumento tan significativo?
Históricamente, este tipo de incendios siempre se han dado principalmente a consecuencia de
alguna irresponsabilidad del ser humano (por ejemplo al dejar en los campos colillas
encendidas, cristales, fogatas mal apagadas, etc…) y otros tantos provocados por algunas
personas que encuentran un divertimento en este tipo de actos tan atroces y devastadores para
el medioambiente.
Como se ha mencionado anteriormente, y es el objeto en el que se centra este artículo, este
tipo de incendios han ido aumentando de manera desorbitada sobre todo en este último año.
Los expertos creen que a dicha irresponsabilidad por parte del ser humano hay que sumarle
los efectos del cambio climático dadas las extremadas temperaturas que estamos sufriendo y
un abandono rural cada vez más en auge en el que se han dejado de lado el cuidado de los
campos y la retirada de las hierbas secas, ya que estos factores si bien no son la causa
principal de los incendios sí que influyen en su mayor propagación.
Si vamos un poco más lejos de todo esto, nos encontramos con una pérdida del medio rural
en España en la que han desaparecido muchas especies que de forma natural ayudaban a ese
mantenimiento de los bosques y del campo, y que han desaparecido a consecuencia de una
industrialización que ya se podría calificar incluso de abusiva.
Se ha dejado de lado a los agricultores a los que se les han reducido cada vez más las ayudas
y a los que además se les ha impuesto el arado de las tierras en primavera lo que resulta poco
propicio para el mantenimiento de estas y todo ello prácticamente les ha obligado a
abandonar su profesión y el medio rural para trasladarse a las grandes ciudades. También la
mayoría de ganaderos que ejercen la ganadería extensiva prácticamente han abandonado el
trabajo en el campo y cada vez son más las granjas industriales que ‘se comen’ el trabajo de
los ganaderos y agricultores de toda la vida.
Aunque a primera impresión parezca que esto no tenga nada que ver, sí influye sobremanera
al mantenimiento de los suelos del campo, ya que la presencia de animales en el campo (que
cada vez es menor) ayuda al abono de estas tierras y a que estas no se conviertan en meros
descampados con matojos secos mucho más propensos, como ya se ha indicado, a que se
propaguen estos incendios.
Visto todo esto cabe preguntarse ¿qué se puede hacer para evitar que todo esto suceda?
Quizás habría que incidir en concienciar a la sociedad de que si queremos prolongar la vida
en la tierra hay que cuidar el ecosistema y en ello va incluido el mantenimiento y cuidado de
los campos, de los bosques y de todo el medio rural en si; los estados deberían de ser
conscientes de que la agricultura y ganadería de extensivo resultan muy importantes para ese
mantenimiento del ecosistema ya que aprovecha los recursos naturales, renunciando a todo
tipo de técnicas que maximizan la producción y permite una gestión más sostenible frente a la
agricultura y ganadería de intensivo que opta por la productividad y el rendimiento
económico y que aunque resulta más beneficioso para el hombre, implica un mayor impacto
ambiental y resulta perjudicial para el tratamiento de los suelos del campo debido al uso de
maquinarias y productos químicos que pueden conllevar consecuencias a largo plazo como la
erosión o desertificación del suelo.
El uso intensivo del terreno y otros factores de producción aceleran el agotamiento de la
tierra; por tanto se debería de dejar de fomentar tanto el uso de los productos provenientes de
intensivo y promover más los de cultivo extensivo. Si en algo destaca la agricultura extensiva
es en la protección y la restauración del medio ambiente a nivel global. El hecho de no abusar
del empleo de maquinarias, no aplicar productos químicos ni sobreexplotar el suelo resulta en
una mayor prosperidad para la tierra y su biodiversidad, y favorece la agricultura ecológica
generando incluso productos mucho más saludables para el consumidor.
En resumen, la tierra tiene que respirar, hidratarse y regenerarse para que pueda ser fértil y
dar sus frutos y esto solo es posible a través de la repoblación de especies animales y
vegetales propias de los campos y mediante los arados y abonos naturales que serían posibles
si habitasen todas las especies que debieran estar presentes en ellos, y se realizasen en las
épocas propicias para ello mediante el uso de una ganadería y agricultura de extensivo.

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